El broker que no vendió su Ferrari

En 1999, Robin Sharma publicó su famoso libro El monje que vendió su Ferrari. Por si no lo has leído, te contaré que explica la historia de un abogado aparentemente muy exitoso que un buen día sufre un infarto y decide cambiar radicalmente de vida. Vende su gran casa y su Ferrari e inicia un viaje, que lo lleva primero a la India y luego al Himalaya, en busca de un nuevo sentido para su vida.

Esta historia, junto con otras parecidas en las que el protagonista lo deja todo de un día para otro y se va a un monasterio budista o a dar la vuelta al mundo con una mochila, ha llevado a muchas personas insatisfechas con su vida a pensar que para lograr una verdadera transformación tienen que deshacerse de todo lo material, incluso de sus trabajos o familias, e irse a meditar al Tíbet o a un ashram en la India. De hecho, sigue habiendo muchas personas que piensan así. Pero no, no es necesario.

Aunque no niego los beneficios del viaje del señor Sharma (y hay casos en los que no hay más remedio que tomar ciertas medidas radicales), te aseguro que en general no hace falta ir a ninguna parte para transformar tu vida. No tienes que huir de todo lo logrado hasta ahora para estar bien, ni vestir con túnicas amarillas o afeitarte la cabeza. Ni siquiera tienes que vender tus «ferraris», el broker que no vendió su ferrari entendiendo como tales las comodidades materiales y los objetos

que te proporcionan algún tipo de bienestar. Lo explica muy bien Ramiro Calle en una de las breves fábulas de El libro de la serenidad: Buscaba un maestro que pudiera impartirle una enseñanza para hallar la tan ansiada paz interior. Por fin tuvo noticia de un sabio mentor espiritual y se dirigió hacia donde moraba. Cuando se presentó ante el maestro, le dijo:

—Venerable mentor, he viajado incesantemente en busca de claves para hallar la serenidad interior. He dejado mi trabajo, mi familia, mis amigos… Llevo meses y meses viajando por muchos países.

—¿Para qué tanto esfuerzo inútil? —le preguntó el maestro—. Nada puedo entregarte ni enseñarte que no puedas obtener en tu vida cotidiana. No tienes que dejar tu hogar, ni tus amigos, ni tu trabajo, ni tu vida habitual. Lo que tienes que dejar de una vez es tu sentido de posesión, tu apego, tu visión incorrecta y tus engaños mentales. Eso puedes hacerlo estando en tu casa, sin necesidad de abandonarlo todo. Lo que debes rechazar son los oscurecimientos de la mente.

Al único sitio al que tienes que ir, en realidad, es a tu interior más profundo: al inconsciente. Lo dijo Carl Jung, creador de la psicología analítica: «Quien mira hacia fuera, sueña; quien mira hacia dentro, despierta». Y, de forma parecida, la conocida autora de libros de desarrollo personal Anita Moorjani afirma: «Creo que las mayores verdades del universo no están ahí fuera, en el estudio de las estrellas o los planetas, sino en nuestro interior, en la magnificencia de nuestros corazones, mente y alma. Hasta que no comprendamos lo que hay dentro, no entenderemos lo que hay fuera».

Dedicamos mucho tiempo y esfuerzo al éxito social y profesional, cuando lo más importante no es lo que pasa fuera, sino lo que pasa dentro de nosotros. Antes de pagar altos costes y consumir mucho esfuerzo en ordenar lo de fuera, primero es clave mirar hacia dentro. Los desencadenantes externos a los que echamos la culpa de nuestro estrés o malestar no son más que una consecuenciaIntroducción de las proyecciones de nuestro inconsciente, que nos hacen vulnerables a los factores externos, y no al revés, como se suele creer.

En mi caso, hace años empecé a sentir que, a pesar de tener una vida aparentemente ideal, con un trabajo como broker que me reportaba buenos ingresos, una familia fantástica y un entorno social estable y acogedor, me sentía vacío y atrapado en una rueda sin sentido. No fue algo que sintiera de un día para otro, sino que fue algo progresivo. Tras unos años sintiendo que había aspectos esenciales de mi vida que no entendía y pagando un alto coste emocional, me decidí a indagar en mi interior con la guía de diferentes formaciones y maestros: psicología transpersonal, hipnosis eriksoniana, proceso Hoffman, etc. Hice mucho trabajo interior y poco a poco fui descubriendo que, desde pequeño, y a lo largo de toda mi vida, había ido acumulado sin darme cuenta (o sea, de forma inconsciente) creencias y actitudes que condicionaban mis pensamientos y me afectaban mucho más de lo que podía imaginar.

Ese viaje me ha permitido sacar a la luz muchos de los desórdenes, programas, malentendidos y mochilas que arrastraba a nivel inconsciente. Ha sido, y sigue siendo, un camino de transformación que me ha llevado a una vida más plena y consciente, en la que puedo decidir de forma más libre, sin las cargas que acumulaba en mi «caja negra». Aunque mi día a día por fuera no es muy diferente al de hace unos años, por dentro lo vivo todo de forma muy distinta. No he tenido que dejar mi trabajo como broker ni irme de Madrid. A diferencia del personaje de Sharma, nunca he tenido un Ferrari, pero sí una familia, unos amigos y un montón de cosas que valoro y que no he tenido que abandonar o vender para avanzar en el camino hacia una conciencia ampliada. De hecho, sigo conduciendo el mismo coche que compré hace más de diez años. No ha sido necesario venderlo para que mi vida sea mejor.

Este libro no va, sin embargo, de mi vida. Aunque te hablaré de ella, el objetivo principal es proporcionarte los conocimientos y las herramientas para que ilumines el inconsciente y logres por fin ser tú mismo, no lo que otros esperan de ti. Como te digo, no  hace falta que te encierres durante meses o años en un monasterio, como te contaré más adelante; basta con que prestes atención a tu interior.

Este libro va sobre el poder del inconsciente y cómo hacer que funcione a tu favor. Detrás de la mayor parte de los comportamientos que no entendemos hay creencias que se almacenaron sutilmente en nuestro inconsciente y que nos llevan a seguir atascados.

En el inconsciente está escrito el mapa de nuestra línea de vida, la biografía emocional que hemos ido acumulando y que ha configurado nuestra forma de ser y sentir. Es donde fueron plantadas esas semillas que han ido echando raíces y que ahora nos conducen a unos pensamientos y emociones que lo tiñen todo sin que nos demos cuenta, actuando desde la sombra y condicionando nuestra vida presente y nuestra libertad.

Cuando sentimos que algo no va bien, muchas veces tratamos solo los síntomas, pero profundizamos poco en el proceso que hay detrás de esos síntomas. La solución para un dolor de cabeza puede ser tomar un comprimido de paracetamol, pero si ese dolor de cabeza se va repitiendo, haremos bien en buscar la raíz original del problema. De la misma forma, cuando sentimos que hay algo que arrastramos dentro de nosotros que nos afecta sin que lo podamos entender, quizás intuyendo que estamos pagando un coste o esfuerzo excesivo, el trabajo con nuestra parte inconsciente es clave. Nos ayudará a entender lo que está ocurriendo en la superficie y a implementar los cambios para que el río de la vida fluya con más facilidad.

En el libro trataré de explicar de una forma sencilla cómo funciona el inconsciente y los distintos caminos para acceder a él y

poder actualizarlo. Lo haré con explicaciones sencillas y asequibles, historias de mi propia vida, casos reales de personas que han trabajado para iluminar sus sombras y herramientas prácticas para que puedas avanzar a tu ritmo y llevar esos avances a tu día a día. Mi propósito es reunir aquí las enseñanzas que he ido atesorando en estos años a través de diferentes formaciones y de la experiencia con los asistentes a mis talleres en Black Box (que significa «caja negra», o sea, el inconsciente). El objetivo es ayudarte a iluminar tus sombras y entender cómo esos programas ocultos del inconsciente están sesgando tu forma de ver cada escena de tu vida. De esta forma, deshaciendo los malentendidos internos, las incoherencias entre el consciente y el inconsciente, podrás elegir más libremente cómo quieres ser y cómo quieres que sea tu vida.

Dejarás de ser consecuencia para empezar a ser causa.